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martes, 30 de octubre de 2012

III PARTE: LA NEGACIÓN 1.

A todas y todos los que descubriron su realidad y la negaron, porque la realidad siempre es difícil de asimilar, pero si se intenta, se puede.

 La entrada de hoy es la Negación como proceso psíquico y emocional. Un estado en el que la persona afectada se refugia, ya no de la idea de estar afectada, sino de la realidad de sufrir una enfermedad.

El estado de shock de las entradas anteriores comienza a difuminarse como escudo mental ante lo que se desconocía y ahora se conoce. El shock como se dijo anteriormente no es un estado perdurable en el tiempo, y por tanto la persona afectada no puede refugiarse bajo ese estado continuamente.

El Miedo pues como emoción básica a lo conocido ya, a la enfermedad y su nombre, Esclerosis Múltiple, supone que la persona tenga que comenzar a adaptase a una nueva realidad, estar enferma o enfermo. Ocurre que muchas veces, y casi siempre las primeras veces, la persona recupera perfectametne de los brotes y síntomas que sirvieron para detectar la enfermedad, relativizando así lo ocurrido.

Esta forma de recurperación hace que la persona, aún sabiendo de su nuevo estado de enfermedad, establezca mentalmente que la enfermedad no ejercerá una gran influencia negativa en su vida, o al menos eso intentará. De forma que hablando para sí mismo, la persona afectada y diagnosticada se dice frases como "esto no podrá conmigo", "yo no voy a cambiar", "mi vida seguirá igual", etc. La Negación por tanto, es un proceso mental por el cual la persona psíquicamente se fortalece ante la gran debilidad y vulnerabilidad que le supone el diagnóstico y su consecuencia, enfermedad crónica y progresiva.

Lo realmente importante del estado de negación es que la persona vive durante un tiempo sin experimentar grandes cambios en su vida, o negando cambiar por las exigencias que le impone su nuevo estado. El cambio más impactante y que más se niega es el de adaptarse a la Fatiga Crónica, que la persona vivencia como extrema y que no quiere aceptar ni comprender, y por tanto, impide que la fatiga modifique sus rutinas diarias. Así la persona, bajo negación, sigue exigiéndose lo mismo, una y otra vez, porque ceder ante la fatiga, supone aceptar y esto es todo lo contrario a la estrategia psíquica que contrarresta sus emociones, la negación. 

Si la persona no acepta la fatiga es lo mismo que simular que se siente igual de activa que antes, pero eso es de cara a los demás, en su foro interno, siente y padece la fatiga, y es en su más recóndita intimidad cuando la persona afectada reconoce que algo como el cansancio que siente le está obligando, precisamente a lo que se niega a cambiar, su forma de vida.

y claro ¿si todo empieza por cansancio, qué vendrá después? Este pensamiento genera mucha incertidumbre, y esta a su vez genera pensamientos de tremendismo, pues la persona comienza a recuperar y compararse con su Yo Anterior, "Yo antes podía hacer... Esque antes trabajaba tantas horas, Yo antes era el que..." pensamientos que comienzan a obligar a la persona a ver lo que no desea, la realidad de estar enfermo o enferma.

El tremendismo en un pensamiento distorsionado que surge de la evaluación dramática que la persona hace pasa sí misma (pues no olvidemos que nada de esto la persona lo comenta con sus familiares, aún) de cómo es su situación, cómo será y claro qué pasará con ella si ahora está así. Este pensamiento proyectado sobre la base emocional, negativa, y distorsionada, hace que la visión del futuro, no solo próximo sino también lejano, tenga como consecuencia un pensamiento tan angustioso desde el punto de vista de la existencia de la persona, que la única salvación posible es Negar lo que ocurre. Aquí empiezan todos los trastornos psicológicos y emocionales que sufrirá la persona desde que fue diagnosticada.

Así que el estado de NEGACIÓN no es otra cosa que la obligación que tiene la persona consigo misma de entender que no puede rendirse ante la evidencia. Es enteneder que ha de hacer todo lo posible antes de aceptar la realidad, y es claro está, asumir que nada, incluido la misma persona vivirá la misma forma. Tantos cambios, no solo dan miedo a cualquiera, sino que además torpedean la estructura más sólida de la persona, su "ADN psicológico", su autoconcepto. Por eso antes de ausmir, se buscan segundas opiniones médicas, se rechazan la posibilidad de tratamientos, se descarta toda posibiliad de ayuda externa y por supuesto se rechaza rotundamente la idea de ayuda psicológica.

La persona afectada lo desconoce aún, pero la interferencia sintomática, ya no sólo de la fatiga, sino del resto de la constelación sintomática que arrastra la esclerosis múltiple, serán claves para que la persona se rienda a sí misma y a su estado de negación. Por tanto, de una forma u otra, la persona comprobará que negar lo que le pasa no es su mejor estrategia, pues siempre que intenta hacer lo que hacía, o siempre que intenta vivir como lo hacía antes del diagnóstico, algo pasa, física, emocional o mentalmente. Tanto descubrimiento tiene un impacto real en la mente de la persona afectada, una sobrepreocupación tan excesiva ante la necesidad de dar respuesta a lo que está pensando.

Pero a veces, la mejor respuesta no es la que buscas, sino la que ya sabes y no quieres ver. Así que la persona empieza a gestionar sus incertidumbres buscando inforamción sobre su estado físico, sobre su enfermedad, sobre sus síntomas. Mucha de esta ifnormación está disponible, precisamente aquí, en la red. Y ocurre que la respuesta que buscaba, genera nuevos estados de preocupación, pues la persona ha visto, ha leido, que otras personas con su misma enfermedad y similar edad, se encuentran por ejemplo, peor.

Este descubrimiento genera un estado falso de euforia, que vendrá acompañado de una posterior disforia emocional, pues el pensamiento recurrente pasa a ser ¿estaré yo así?. Así que la negación agudiza su estado, haciendo más dramática si cabe a la persona, a sus emociones y a sus pensamientos. Poco a poco la persona va entrando en algo parecido a un callejón sin salida, es aquí cuando las personas cercanas a ella o a él, comienzan a asegurar la idea de que algo le pasaba, pues no era ni el mismo, ni la misma. 

La Negación es percibida por tanto en primer lugar siempre por los demás, pues uno mismo niega. Y la respuesta lógica en estado de negación claro está, es negar lo que los demás digan, "útlimamente no te veo bien, esatas algo cambiada, te pasa algo, quires hablar conmigo, quieres que busquemos ayuda?", a lo que la persona afectada terminará negando cada una de esas afirmaciones, aunque dentro de sí misma conoce la verdad asintiendo a cada una de ellas. 

Por lo tanto la Negación es no sólo un estado, sino también un síntoma. Como sínotma tiene otra forma de actuación distinta, pues hará que la personas afectada intente dar respuesta a cada síntoma que sienta asociada a la esclerosis múltiple a otros motivos, de forma que estar cansado es lógico porque no dormi bien, o tener fatiga muscular poque ayer andé un montón, o dolor de cabeza por las horas de ordenador... así cada síntoma que la esclerosis hace ver, la persona lo transforma y justifica para no verlo. Esto puede ser peligroso, no para la vida de la pesronas en sí, y sí para su estado de enfermedad, pues la misma sintomatología puede generar un terremoto, ante la aparición por ejemplo de un brote.

¿Qué le ocurre emocionalmente a la persona cuando mentalmente está en este estado?. 

Los estados emocionales derivados del estado de negación psíquico son los siguientes. La persona ancla su estado de enfermedad en la emoción básica del Miedo. De forma que comienza a acostumbrarse al miedo. Este a su vez empieza a generalizar estados de incertidumbre, generadores y precipitadores de los trastornos de ansiedad y de los trastornos fóbicos. A su vez, las emociones negativas sobre sí misma, es decir, verse diferente a cómo era apenas hace un tiempo, generan problemas de auotestima y autoconcepto generadores de estados de apatía profunda, disforia, tristeza y angustia ante la desesperanza de que lo que ocurre sea irreversible. Los estados emocionales negativos derivados a su vez de los problemas de autoestima, son la base que asentarán los futuros problemas depresivos, las tendencias al aislamiento social, el miedo a ser evaluado socialmente de forma negativa (ansiedad social), etc. Toda esta interferencia emocional la persona afectada la contraresta, como no negando, y consecuencia de la este proceso de negación para no verse emocionalmente afectado surgen los estados de irritabilidad, irascibilidad, aumento de la inquietud, falta de comunicación, aislamiento del entorno familiar, frustraciones continua, desinterés, etc. Toda esta red de síntomas que aparecerán en cascada serán los signos que los familiares y amigos cercanos perciban como detonantes de que algo está pasando, y por tanto los primeros contactos con la ayuda externa.

La Negación es algo más que negar algo, es la génesis de los trastornos asosciados al padecimiento de enfermedades crónicas y es el síntoma real y visible de que la ayuda externa requiere inmediatez.

A veces, la llegada de un tratamiento, rompe el estado de negació, pero eso será en otra entrada. Así la NEGACIÓN 2, hablará de cómo los familiares también sufren este estado aunque emocionalmente sea diferente y con distinto impacto.

Alberto J. Ruiz Mareca.
30 de Octubre de 2012.




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