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lunes, 22 de octubre de 2012

II PARTE: EL MIEDO A LO CONOCIDO.

A todas y todos los que emocionalmente buscaron para superar el miedo, y encontraron que el miedo no se fué.

Hace una semana, os hablé sobre como la persona afectada, sin estar aún diganosticada se enfrenta sola a las primeras manifestaciones clínicas, a los primeros síntomas, que le hacen sospechar que algo está pasando. 
Esos síntomas, son los generadores de la incertidumbre que empiezan a generar el primer encuentro psíquico y emocional ante la fase de shock. Ocurre que aún la persona no sabe, ni tiene por qué saberlo, que todo lo que está pasando emocionalmente supone el principio de su proceso de adaptación, o no ante lo que supondrá su diagnóstico.
De forma que los primeros miedos, las primeras incertidumbres fueron comos se dijo en la primera parte, a lo desconocido, a qué será lo que me pasa, o por qué me está pasando esto.

El tiempo ha pasado desde estos primeros miedos. La persona no ha tenido más remedio que hacer saber a sus familiares que no está bien, que le ocurren cosas que no sabe cómo explicar ni a qué se deben. Esta primera declaración supone en sí un gran esfuerzo emocional, pues supone asimilar que lo que antes pasaba de forma aislada, ahora pasa con más frecuencia y de forma preocupante. Esta primera petición de ayuda o socorro se establece bajo la posibilidad aún de que lo que pueda ser, no sea grave.

De forma que la persona ha pasado de vivir en soledad sus primeros encontronazos con sus primeros síntomas, pensando e intentando averiguar por qué surgen y a que se deben, buscando información en la Red e intentando autodiagnosticarse según se va leyendo, a veces, por no decir casis siempre, la peor de las soluciones para intentar dar respuesta a su gran Miedo, ¿qué me pasa?.

El transcurso de los días, las semanas, los meses e incluso los años, hacen que a la persona no le quede más remedio que consultar lo que le está pasando con su médico, pues no se halla respuesta a lo que está pasando. Una vez efectuada la consulta, o las consultas, llega el momento en el que la persona es derivada al médico especialista. Este momento es realmente importante pues llena de incertidumbre a la persona. Tener que ser visto o vista por un especialista supone lo que tantas veces se ha pensado y negado, es decir supone asumir que lo que está pasando tiene tintes de ser grave. 
Mientras llega la cita, la persona afectada vive en continuo conflicto emocional, pues la incertidumrbe comienza a hacer mella en la persona, de forma que el Miedo que se siente, comienza a alterar a la persona, que comienza a vivenciar sínmas ansiosos, y por tanto empieza a verse disitinta a cómo era hasta no hace mucho tiempo.
Las pruebas diagnósticas son realmente un fase generadora de un gran malestar emocional, además del físico, pues cada prueba tiene un nombre y ese nombre es tecleado en los buscadores de Red para que la persona, antes de recibir su diganóstico, sepa que le pasa. Ocurre que lo que se descubre es peor siempre que lo que se desconocía, y esta nueva realidad supone un gran encontronazo con la realiad, donde las personas sufren emocionalmente en casi toda la intensidad la interferencia del Miedo como emoción y su proyección de sí misma ante los síntomas leidos en foros y páginas. Verse pues, como la mente ha proyectado su estado ante lo leido supone vivenciar un trauma psíquico que la persona no comunica y vive en soledad. Es así como el estado de Shock apraece. 
El Shock ante lo que se supone ya, aunque no esté confirmado por el especialista, supone el primer mecanismo de defesnsa de la mente a la nueva realidad. Es un estado, digamos automático, que la mente elabora para amortiguar el conflicto emocional que sufe la persona, reduciendo la angustia vital, el miedo y el tremendismo ante lo que le pasa. Pero el Shock, no ha de ser un estado benigno, sino todo lo contrario. De forma que la persona en Shock intenta autodemostrarse a sí misma que lo que ha descubierto, no tiene nada que ver con ella, y por tanto intenta que su vida no tenga un gran cambio inminente. Esta "falsa continuidad" no tiene otra finalidad que liberar a la persona de Miedo que se sufre y del conflicto emocional y psíquico que vive la persona.

Pero llega el día que después de tantas pruebas y más o menos con la sensación de dominio, y control sobre lo que le está pasando, pues cree realmente conocer lo que sucede, donde la persona ha de enfrentarse a su Miedo. Llega por tanto el día en el que la persona ha de recibir el diagnostico. Ese día no es un día cualquiera, es el día D.
Día D supone un antes y un después, porque la persona, no se enfrenta ya a sus propias incertidumbres y miedos según ella misma ha ido descubriendo y autodiangosticandose, sino que supone que alguien ajeno a ella misma, el/la especialista, le dirá lo que le pasa situándola en un plano real que ante todo no se queire conocer, ni ver, ni creer ni aceptar.
Saber el nombre del diagnóstico, dicho por otra persona es un momento especialmente traumático, aunque a veces el Shock, no deja vivirlo en toda su intensidad. La sensación traumática viene asociada a que el diagnóstico ya se conoce, tiene nombre y apellidos, y oirlo hace tambalearse emocionalmente y psíquicamente a la persona, pues hace conocer realmetne la gravedad de todo. Es aquí donde la persona vivencia psiquicamente esa frase tan repetida, ¿por qué a mi?

El siguiente paso será la Negación, un estado en el que la persona ya conoce lo que le ocurre, dónde el miedo cambia nuevamente su forma de presentarse y manifestarse, es pues un nuevo miedo que la persona no sabe manejar, no conoce y no sabe como  contrarrestar. Se ha pasado pues, de temer ansiadamente a lo desconocido y lo que ya sí se conoce, el DIAGNÓSTICO,  a negar que lo que lo que nos dicen, no es lo que realemtne me pasa, es decir que la persona se agarra a un mínima posibilidad de error para intentar contrarrestar nuevamente su gran malestar emocional.

La negación será nuestra nueva enterada, donde se intentará explicar psiquicamente como trabaja la pesona para erradicar el miedo.

Alberto J. Ruiz Maresca.
22 de octubre de 2012.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días,
Aprovecho que el blog ha llegado al continente australiano para agradecer desde España a la Asociación de Esclerosis Múltiple de Brisbane su ayuda cuando lo necesité. Gracias.