Translate/Traduce.

lunes, 30 de enero de 2017

La Soledad.

La Soledad puede llegar a ser la cara más amarga que la persona diagnosticada por esclerosis múltiple puede llegar a descubrir. La Soledad, es también una consecuencia sobre la que no se encuentra razón o argumento posible por parte de la persona afectada, para sufrirla o padecerla. 

La Soledad de la que os hablo, es la que se experimenta por la pérdida progresiva de las personas que formaban parte de ti. Es una soledad cruel, discriminatoria que se puede sentir desde el vacío interno más estricto y profundo de la persona, pues quienes la experimentan, se acaban preguntado ¿por qué quienes se fueron no se quedaron con la persona y sí se marcharon por culpa de una enfermedad? A lo que acaban respondiéndose "Yo nunca hubiera hecho eso, yo me hubiera quedado". Es entonces cuando todo el entorno vital de la persona es inundado por el sentimiento de soledad.

Hoy mi entrada surge a petición de un correo privado. Y tal vez esperabas otra cosa.

¿Por qué me quedé sola?

No tengo una respuesta para poder argumentar por qué te quedaste sola.

No puedo saber ¿por qué se fueron todos los que antes estaban?

No, no tengo respuesta emocional para que comprendas por qué desde que fuiste diagnosticada, nadie cuenta contigo, y tú crees que no puedes contar con nadie.

De forma que no hay una respuesta posible para comprender, por qué tu diagnóstico de esclerosis múltiple, alejó de ti a todos los que estaban cerca, a todos lo que se reían contigo cuando todo estaba bien, a todos los que te veían cada sábado, cada fiesta, cada café, cada día.

Tal ve solo pueda decirte una cosa, una cosa que no te servirá como respuesta, y que probablemente me digas que no te sirve, pero no puedo dejar de decírtela, pues creo de verdad que el motivo real, pasa por ahí.

Se fueron, porque tarde o temprano, acabarían yéndose de tu vida. Es una realidad fría de asumir, dura y difícil, pero necesaria. Y Sí, estoy totalmente convencido y por eso te lo escribo, que habría pasado con diagnóstico o sin él. Con esclerosis múltiple o sin ella. Quien se marchó de tu vida, acabaría yéndose, tarde o temprano.

Tal vez la enfermedad sólo precipitó ese proceso. Tal vez la enfermedad sólo hizo correr más el descubrimiento al que te has enfrentado en tu vida. Para reír todos ríen, pero para llorar, nadie te ofrece un hombro.

El sentimiento de dolor que estás vivenciando, se debe a que tú sabes muy bien que si lo que a ti te ha pasado le hubiese pasado a uno de ellos, tú si estarías ahí ofreciendo el hombro. Pero no se trata de eso. No, aunque imaginar esa situación, nos de argumentos emocionales para explicar por qué ha pasado.

No es cuestión de cómo eres tú. No. 
No porque no todo el mundo tiene la valentía que tú has mostrado. No todos los que antes fueron amigos, saben mantener una amistad, saben ser amigos de la misma persona, afectada ahora por una enfermedad. No todos pueden seguir viendo a la persona antes que a la enfermedad. No todos saben girar las prioridades de la vida con el mismo giro que cambiaron las tuyas. No, la amistad no hace amigos infinitos, solo hace amigos. Y sí, queremos que sean para siempre, y tal vez lo sean, a lo mejor, incluso vuelve alguno de ellos, alguna de ellas.

Pero mientras todo eso llega, necesito de ti una cosa. No quiero que atribuyas a tu forma de ser esta pérdida, pues entonces la razón por la que marcharon serás tú. Y si piensas así, acabarás pensando que tú nunca fuiste así, es más eres así desde que fuiste diagnosticada. Por tanto, será la enfermedad la responsable de tu perdida si piensas así. Y no, no lo es. Estoy convencido de ello.

La esclerosis múltiple, no te conoce, no sabe cuántos amigos tenías ni cuántos has perdido, no sabe si eran buenos o conocidos, si los querías o no. No sabe nada de ti. Tan sólo está.

Y tampoco quiero que pienses que era cuestión de tiempo. No, no es verdad. La soledad que estás viviendo obedece tan sólo a que crees que los que se marcharon, son la causa real por la que crees que no podrás volver a tener gente cerca de ti, porque tu pensamiento te dice ¿"y si se fueron los de siempre, cómo voy a hacer otros nuevos?" Tal vez, porque los de antes, no serían para siempre y por tanto los nuevos, puedan ser lo de siempre.

Podría hablarte de más cosas, de cómo emocionalmente buscamos amortiguar la soledad, para evitar sentirla. De cómo la disfrazamos y qué consecuencias emocionales y psicológicas tiene. Pero te conozco y sé que llego a ti, más y mejor así.

Es muy posible que no sea esto lo que esperabas, pero hoy me sentí a escribir, y salió así.

Una cosa más. "Nadie excepto tú misma, te comprenderá como quieres ser comprendida" ¿Recuerdas?

A mi, me tienes.


Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 AO 04033.
AGDEM
Granada, España.

No hay comentarios: